Los servicios de soporte y mantenimiento van más allá de la resolución inmediata de problemas. Implican procesos de mejora continua, en los que el equipo de soporte analiza las incidencias, identifica las causas reales y de raiz y aplica medidas preventivas para aumentar la fiabilidad del sistema. Este enfoque iterativo garantiza que la infraestructura evolucione para satisfacer los cambios en los requisitos empresariales.